lunes, 29 de junio de 2009

Grondona empuja y Maradona soporta

Tras la renuncia de Alfio Basile a un proceso fallido, la Selección necesitaba para su conducción un golpe de efecto. El nombre que se imponía era el de Carlos Bianchi, pero los enconos personales entre el Virrey y Julio Grondona, presidente y voz única de la AFA, echaron por tierra esa posibilidad. Entonces el hombre del poncho buscó refugio en el mito, en el máximo talento de la historia del fútbol mundial, en el apellido con el magnetismo sin igual, y así Diego Armando Maradona cumplió su anhelo de ser el entrenador del elenco nacional. Pero la elección fue maquiavélica; tenía más que ver con el cálculo que con la convicción deportiva.

Por eso, desde el momento en que fue nombrado, la AFA, es decir Grondona, se ocupó de ponerle piedras en el camino, dificultando su trabajo y así las posibilidades de progreso del equipo. Repasar y detenerse en una serie de hechos puntuales expone la mezquina conducta de la entidad rectora del fútbol argentino al atentar contra su propio técnico.

Desde la génesis quedó en evidencia la falta de confianza en Maradona al colocar a Carlos Bilardo como manager, buscándose un reaseguro; aunque esto no supuso nunca un problema, ya que la lealtad del Narigón hacia Diego es incuestionable. Pero sí fue una cuña el nombramiento de Humberto Grondona, hijo de Don Julio, como Subsecretario de Selecciones Nacionales, quien tras la resonante derrota ante Bolivia, en La Paz, cuestionó públicamente al DT. En el mismo sentido, no haberle permitido armar su cuerpo de trabajo tal cual era su requisitoria, vedándole a Oscar Ruggeri, también fue una inentendible e inédita postura de la AFA en su contra, para la cual Grondona se escudó en Rafael Savino, presidente de San Lorenzo y hombre sumiso a cualquier pedido del Pope, que teatralizó una amenaza de renuncia a su cargo en el Comité Ejecutivo si prosperaba la contratación del Cabezón.

Más tarde se produjeron muchas idas y vueltas con la firma de su contrato, el cual se rubricó recién la pasada semana, pese a que fue nombrado en su cargo hace más de siete meses. Y se trata de un vínculo al menos controversial, ya que se supo que la AFA sólo pagará una mitad de su sueldo, mientras que la otra correrá por cuenta de la empresa Santa Mónica, antes denominada Puntogol. Las tercerizaciones de la AFA, con Renova para la organización de amistosos en todo el mundo y con Santa Mónica para la concreción de los mismos en el territorio nacional y el pago al cuerpo técnico, evidencian la incapacidad –en el mejor de los casos- de los dirigentes de Viamonte 1366, ya que no son capaces administrar un producto que se vende solo, como lo es la Selección. La nota elaborada por el periodista Pablo Vignone y publicada en el diario Página 12, titulada “Diego les salió una bicoca”, presenta una muy interesante lectura sobre el vínculo contractual del técnico.

Pocos días atrás, debió soportar las insultantes cartas de José María Aguilar, titular de River, vicepresidente de la AFA y tropa de Grondona. En una se exigía un pedido público de disculpas por entender como una ofensa del seleccionador nacional al club de Núñez una verdad irrefutable como lo fue la mención del mal estado del campo de juego del Monumental. En la otra, con bajeza extrema, pidió un examen psicofísico para Maradona y reclamó detalles de sus ingresos. En lo que hace al examen de salud física y mental, Diego aseguró que no tenía ningún problema en realizarse dicho chequeo, siempre y cuando Aguilar también se lo hiciese, pero el titular riverplantese hizo silencio y no recogió el guante. Es imposible imaginar que Grondona desconociera la maniobra de Aguilar, ya que nadie en la AFA toma una determinación así sin consultarlo previamente y recibir su venia después. La conocía, la avaló y le dio la razón públicamente al acceder al pedido de disculpas solicitado, desestimando nuevamente la posición del técnico.

El hasta ahora último eslabón de esta cadena tiene que ver con la operatoria para que Juan Román Riquelme vuelva a vestir la celeste y blanca. Pese a su inentendible segunda renuncia al Seleccionado y la consecuente ruptura en su relación con Maradona, Grondona hizo público su deseo de que el número 10 xeneixe retorne al conjunto nacional. Incluso más: asegura en los pasillos de la AFA, entre sus aduladores, que JR será parte del plantel argentino en el Mundial de Sudáfrica. Para concretar el regreso, el mandamás designó a Enrique Merelas, vitalicio presidente de El Porvenir y hombre de su máxima confianza, quien en días recientes también criticó duramente y con desatino a Maradona, para que establezca el primer acercamiento con el futbolista y así poner en marcha el operativo para su vuelta a la Selección. Por su parte, Riquelme, como siempre, dejó su mensaje al respecto cuando recientemente brindó una conferencia de prensa en la cual reconoció que siente una gran estima por Grondona y le agradeció mucho todo lo que hizo para su regreso a Boca desde el Villlarreal, al revelar que si no fuera por el vicepresidente segundo del mundo su vuelta hubiese sido imposible. Reveló así una gestión que recién ahora se conoce y que deja el misterio de saber cuál fue el rol del dirigente en ese pase.

Con todo esto, sin dudas, Grondona apuesta al desgaste de modo tal que Maradona se harte y pegue el portazo. Si Diego renuncia a su cargo, será en un acto de integridad, uno de esos pasos al costado que bien valen ser elogiados. Si, en cambio, por su visceral amor a la camiseta argentina decide seguir adelante pese a todos los impedimentos y contra todos los que deberían ayudarlo en lugar de perjudicarlo, también será valorable, ya que buscará continuar haciendo su trabajo lo mejor posible pese al boicot interno. Yéndose o quedándose, lo que no cambiará es la miserable actitud que la AFA.
(Foto: El popular.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 22 de junio de 2009

Estudiantes, un gran equipo con ansias de gloria

Desde el momento en que el torneo Clausura se encaminó de tal modo que Huracán, Vélez y Lanús se convirtieron en los candidatos al título (los de Luis Zubeldía quedaron relegados este fin de semana) se abrió un debate futbolero sobre cuál de los tres es el mejor equipo. Pese a la imposibilidad de establecer los parámetros para llevar adelante esta discusión, la misma de todas maneras siempre existe. Injustamente, en algún momento no se contempló a Estudiantes de la Plata en esa conversación, pese a que como mínimo está a la misma altura que quemeros, fortineros y granates. Si bien es cierto que el Pincha nunca estuvo cerca de los primeros lugares del torneo local, su actuación en la Copa Libertadores bien ameritaba considerarlo como el mejor equipo del país. Históricamente habituado al segundo plano mediático, desde aquel mítico multicampeón concebido por Osvaldo Zubeldía, este Estudiantes sí despertó un marcado reconocimiento tras la victoria ante Defensor Sportig, de Uruguay, y la clasificación a las semifinales del certamen continental por quinta vez en su historia (la última fue en 1983), donde se verá las caras ante otro histórico copero, Nacional de Montevideo.

Estudiantes lleva varias temporadas de un marcado crecimiento futbolístico a partir de un orden dirigencial que permitió el armado de planteles con los recursos necesarios para tener un protagonismo principal. Compras puntuales y un gran trabajo mantenido en el tiempo en sus muy buenas divisiones inferiores convirtieron al León en un equipo con una definida identidad a lo largo de los últimos años, algo que también logró Lanús.

A mediados de 2006, la llegada de Juan Sebastián Verón, hijo dilecto de la casa y jugador de clase mundial, le dio al equipo el salto de calidad que necesitaba, lo cual quedó patentado con la conquista del Apertura de ese año. Hizo una gran diferencia económica en su carrera, disputó Mundiales, jugó en los clubes más poderosos y ya está para siempre en la idolatría máxima del pueblo pincha. Pese a esto exhibe una entrega innegociable, porque en lugar de recostarse en su carácter de estrella absoluta predica con el ejemplo, de modo tal que ninguno de sus compañeros pueda relajarse ni guardarse nada.

Indudablemente, el conjunto platense tiene una historia íntima con la Copa Libertadores, una mítica épica que influye, porque los jugadores que hoy visten su camiseta la conocen, la tienen en su cabeza, y eso genera un plus mental, una motivación extra, que en el fútbol nunca puede desestimarse.

Ahí está Estudiantes, protagonista como desde hace rato y otra vez, después de más de un cuarto de siglo, en las instancias decisivas de la Copa Libertadores. Enfrente tendrá casi un espejo, un contendiente de condiciones muy similares: gran presente, tres veces campeón continental y otra vez semifinalista después de más de 20 años. Será la reedición de una vieja rivalidad de antaño, con buenos antecedentes para el Pincha, que lo enfrentó y lo venció en las semifinales de dos de las tres copas que ganó, las de 1969 y 1971. Su aspiración de volver a la cima de América tiene argumentos sólidos.
(Foto: Rionegro.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

jueves, 18 de junio de 2009

Las miserias de River y la AFA apuntaron a Maradona

La impertérrita caradurez de la dirigencia de River encabezada por José María Aguilar apuntó en esta oportunidad contra Diego Maradona, técnico del seleccionado nacional, que en la previa del encuentro por Eliminatorias ante Colombia se quejó del pésimo estado del campo de juego del Monumental. Entonces, el último martes en la reunión de Comité Ejecutivo desarrollada en la sede imperial de Viamonte 1366, el titular de la entidad de Núñez le envió dos cartas a Julio Grondona, pope de la AFA. En una se quejaba por los dichos de Diego en referencia al piso sobre el que debió disputarse el encuentro ante el elenco cafetero y en la otra, absolutamente desatinada y fuera de tiempo, cuestionaba la salud mental del entrenador y preguntaba por sus honorarios.

En la previa del choque ante los colombianos, Diego utilizó la mejor metáfora futbolera al referirse al campo de juego del estadio de River como un potrero, si se tiene en cuenta el estado en que se encontraba el terreno para un partido de Eliminatorias con destacados jugadores. Julio Macchi, vicepresidente riverplatense, aseguró que la institución se sintió agraviada por los dichos de Maradona. De esto modo, la dirigencia que más agravió la riquísima historia del club, pretendió ponerse como victima en lugar de reconocer que efectivamente la cancha estaba en malas condiciones. Diego se refirió a un elemento condicionante de su trabajo, pero bien podría agregarse el maltrecho estado general del Monumental, algo de lo que cualquier espectador puede dar cuenta. Sin embargo, al parecer la CD millonaria cree que su estadio está a la altura del Santiago Bernabeu o el Giuseppe Meazza.

Aguilar y su séquito fueron incluso más allá al exigir en la segunda misiva un examen psicofísico para Maradona, en un miserable golpe bajo aludiendo a su pasada enfermedad de adicción a la cocaína, y pidir detalles sobre sus honorarios. Agachan la cabeza sumisamente ante la propina que mediante la AFA les otorga la empresa propietaria de los derechos de televización en lugar de hacer valer ese capital, le relegan a un empresario amigo a Gonzalo Higuaín, a otros un combo de juveniles a precio de saldo y dibujan los balances, pero ahora buscan mostrarse firmes y preocupados por el salario del técnico nacional, pese a que está en el cargo hace más de siete meses y a que no debe estar ni entre los 20 entrenadores mejores pagos a nivel seleccionados nacionales.

La AFA, una vez más, puso una piedra en el camino de Maradona primero al disputar de todos modos el partido en el Monumental en lugar de trasladarlo no ya al interior -que parece no ser Argentina cuando se habla de la Selección-, sino al menos al José Amalfitani, y más tarde al darle lugar al reclamo de la dirctiva de River. La AFA alega que el Monumental es el único estadio habilitado desde la FIFA para disputar las Eliminatorias. ¿No puede el vicepresidente segundo del mundo conseguir el permiso para jugar en otro escenario? Claro que sí, pero por su aforo el estadio de River es el que mejor se ajusta al negocio de las entradas otorgadas a los patrocinadores. El protocolo debería ser algo limitado, pero en cada partido de la Selección se entregan a esas empresas más de 10.000 tickets. Grondona siempre dijo que no se podía salir de Núñez, pero ahora asegura que cometió un error y por eso pedirá autorización a sus amigos de Suiza para jugar ante Brasil en el Gigante de Arroyito.

El mandamás pretendió, al otro día de la presentación de las cartas de Aguilar, bajarle el tono a la cuestión al sentenciar que se trataba de una disputa de fanatismo superclásico y calificó a Maradona de partidario ferviente de Boca Juniors, asegurando así que opinó como un hincha con gorro, bandera y bincha xeneixe y no como lo que es, el entrenador del equipo nacional.

De esta dirigencia de River y de la eterna conducción de la AFA nunca se puede esperar nada bueno, y si actúan en conjunto lo que devenga seguramente será nefasto. De hecho siempre operan en tándem, ya que todas las irregularidades en River fueron avaladas desde la AFA. Por eso no fue de extrañar que Grondona diera lugar al reclamo de River y pidiese disculpas, desacreditando la justa queja de Maradona y varios jugadores. Tal vez el otrora ferretero logre con todos los técnicos de talla lo mismo que ya consiguió con Bianchi, de modo tal que ninguno quiera hacerse cargo de la Selección estando él de por medio
(Foto: Elpotrero.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 15 de junio de 2009

La emoción de la definición

El discreto nivel futbolístico, la desorganización manifiesta y las alimentadas sospechas de corrupción en los escritorios de todas maneras permiten disfrutar de un emocionante desenlace de campeonato. La lucha grande por el título, la angustiante por mantener la categoría y la que otorgará el prestigio de la participación internacional dan lugar a un trayecto final apasionante.

Vélez, el líder; Huracán, su escolta, y Lanús, detrás de ambos, son el triunvirato que se debatirá por la gloria de la vuelta olímpica. Antes del inicio de la decimoséptima fecha, el Granate encabezaba la tabla y parecía encaminarse firme a la conquista del Clausura, pero la inesperada y abultada derrota ante Arsenal, más la victoria velezana ante Newell´s y la quemera en el clásico ante San Lorenzo lo relegaron a la tercera colocación. Entonces, de los tres aspirantes al título los dirigidos por Luis Zubeldía pasaron este fin de semana de punteros a ser los únicos que dejaron de depender de sí mismos para coronarse. De todas maneras, la particularidad de que Vélez deba enfrentarse en las dos fechas que restan a Lanús y Huracán abre un abanico de múltiples posibilidades, con lo que todo podría cambiar el próximo fin de semana.

En tanto, abajo parece estar todo definido. El destino se presenta escrito y rubricado para San Martín de Tucumán, que para evitar el descenso deberá ganar sus dos encuentros (enfrentará a Newell´s, en Rosario, y a Lanús, en la Ciudadela) y aguardar que Gimnasia y Esgrima de La Plata pierda al menos uno (le quedan Boca, de visitante, y Gimnasia y Esgrima de Jujuy, de local). Si esto ocurre será el Lobo quien pierda la categoría y el elenco norteño el que deba revalidar su lugar en la Promoción. La otra llave de disputa contra el cuarto equipo de la B Nacional (hasta hoy Instituto de Córdoba) la jugará Central, que sólo zafará de esa instancia si consigue sus seis puntos en juego y Godoy Cruz o Racing no suman (si la Academia saca un punto y el Canalla los seis deberán jugar un desempate).

En lo que hace a la clasificación para la próxima Copa Sudamericana, ya están clasificados Lanús y Estudiantes, además de los invitados Boca y River, y Tigre se asegurará su debut internacional si consigue tres puntos más. El último pasaje es hasta hoy de San Lorenzo, pero seguido a sólo dos puntos por Huracán y a tres por Colón y Estudiantes.

Pese a ser atacado en su estructura y perjudicado así en sus aspectos deportivo y cultural, en tanto espectáculo popular por excelencia, la definición de la temporada se presenta con la emoción propia de las definiciones abiertas.
(Foto: Olé.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

jueves, 11 de junio de 2009

Un resultado que complica en una actuación rescatable

Diego Maradona tomó nota de los errores que la Selección había cometido en la gris victoria ante Colombia y, sobre todo, en la histórica derrota frente a Bolivia. Sin embargo, pese al buen rendimiento del equipo, Argentina sufrió una nueva derrota que lo deja en una posición muy incómoda en la búsqueda de asegurarse su participación en Sudáfrica 2010.

El técnico argentino hizo una correcta planificación táctica, lo que significó un marcado dominio del partido en el primer tiempo y la creación de las situaciones necesarias para abrir el marcador. Una de Lionel Messi delante de los tres palos con el arquero vencido, un penal desperdiciado por Carlos Tévez y una situación de frente y muy cerca del arco de Fernando Gago fueron las tres clarísimas situaciones a disposición antes del golazo de Walter Ayoví, cuando ya el elenco ecuatoriano avanzaba ante la merma física del conjunto nacional. La generación de peligro sin concreción ratifica que la Selección no pude seguir jugando sin un centrodelantero neto, sin alguien que conozca y sienta esa posición.

Así como se le ganó a Colombia sin merecerlo, se cayó ante Ecuador también de espaldas a lo que hubiese sido lo más ajustado de acuerdo al desarrollo del partido. Pero por los resultados en cada una de esas dos fechas, la derrota en Quito enciende luces de alarma, ya que deja a la Selección en la cuarta colocación, la que otorga el último pasaje directo al Mundial, a solamente dos puntos del quinto (precisamente Ecuador), que es quien jugará el repechaje ante un equipo de la CONCACAF (muy posiblemente sea México). En los cuatro partidos que restan, tres de los rivales serán Brasil, Paraguay, en Asunción, y Uruguay, en Montevideo.

Desde la idea de Marcelo Bielsa el seleccionado argentino perdió peso a la hora de ir a jugar fronteras afuera. El rosarino dirigió a Argentina de visitante por Eliminatorias en 13 partidos, de las cuales ganó 7, empató 4 y sólo perdió 2, ambos ante Brasil. Es decir, obtuvo 25 de los 39 puntos en juego, el 64,1 por ciento. Tras su renuncia, Néstor Pekerman, Alfio Basile y Maradona dirigieron en la misma condición 12 encuentros, de los cuales se ganaron apenas 2, se empataron 3 y se perdieron 7, lo que establece una muy flaca eficacia del 25 por ciento (9 puntos de 36 posibles). Desde 2004 hasta hoy, por Eliminatorias de visitante, la Selección perdió ante Ecuador (dos veces), Paraguay, Uruguay, Colombia, Chile y Bolivia.

Hace 8 años el seleccionado argentino bajo la tutela de Bielsa en esta misma instancia de las Eliminatorias (el fixture es el mismo por tercera vez consecutiva) ya estaba clasificado para el Mundial. La victoria en Quito le había dado el pasaje a Corea y Japón a falta de cuatro partidos. De vuelta al ruedo tras 4 años sin dirigir, Bielsa tiene a Chile segundo en la tabla, únicamente detrás de Brasil y prácticamente clasificado al Mundial. Mientras, Argentina saca cuentas y terminó la nueva fecha de Eliminatorias aliviado por el empate entre Venezuela y Uruguay.
(Foto: Ole.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

lunes, 8 de junio de 2009

La era Maradona desdibuja su alentador comienzo

Mesura en las declaraciones, atención extrema sin perder la compostura durante los partidos y un equipo con auspiciosos nuevos aires habían marcado las pautas del inicio del ciclo de Diego Armando Maradona al frente del conjunto nacional. Pero el crecimiento futbolístico tuvo un brusco freno en la histórica derrota 6 a 1 ante Bolivia, en La Paz, por las Eliminatorias, y una ruptura en la hasta ahora destacable línea de conducta del entrenador se dio en la víspera del choque ante Colombia, también en el camino por llegar al Mundial de Sudáfrica, cuando se refirió con términos inapropiados a sus diferencias con Sergio Batista, DT de la Sub 20.

La importante y a la vez opaca victoria ante el elenco cafetero -inmerecida por lo hecho en cancha por ambos equipos- y la precedente estrepitosa derrota paceña exponen un interrogante y un retroceso tras aquellos destacables éxitos ante Escocia primero, Francia luego y Venezuela más tarde . El sábado en el Monumental, el seleccionado nacional se mostró más como un enjambre de individualidades que como un equipo. No tuvo un norte y careció incluso de una búsqueda determinada por falta de ideas. Lejos de verse intentos frustrados, la impresión era que no había plan claramente pergeñado. Perdido y superado en el primer tiempo, en el complemento mostró una mejora conceptual pero continuó sin conseguir volumen de juego. Si Argentina ganó fue por el karma colombiano de cara al arco rival en estas Eliminatorias: sólo marcó goles en 6 de los 13 partidos que disputó y en los últimos ocho encuentros apenas vulneró al rival en uno.

Las funciones y la idea colectiva deben estar por encima de los talentos individuales. Juntar a los mejores futbolistas, a los de buen pie, no garantiza un juego aceitado. Se impone la necesidad de contar con jugadores de rol aunque esto implique que deban esperar afuera a otros de mayor cartel. En la ofensiva se necesita un jugador que sienta el puesto de centrodelantero, independientemente de su contextura física. Lionel Messi, Sergio Agüero y Carlos Tévez –este último en mejor medida- se sienten mejor y rinden más con un clásico 9 delante de ellos, como lo hacen en sus clubes. Ninguno de los tres tienen las características para ser referente de área, y dejar vacante esa posición es dar ventaja.

A Messi por ser el mejor jugador del mundo se le pide en consecuencia y es cierto que el rosarino no logra con la casaca abiceleste establecer las diferencias que marca en el Barcelona. Pero esto no se ajusta únicamente al número 10. La mayoría de los integrantes del seleccionado no tienen vestidos de celeste y blando las prestaciones que muestran en Europa. Sin dudas esto responde a las metodologías de trabajo necesarias para maximizar el poco tiempo que los jugadores pueden estar juntos en el predio de la AFA en Ezeiza.

En este panorama es valioso resaltar dos buenos gestos de Maradona: la lectura de los errores iniciales para cambiar sobre la marcha y la autocrítica tras el partido. Ambas cosas se vieron en la sustitución de Fernando Gago por Javier Zanetti. Tras los primeros 45 minutos entendió que el hombre del Real Madrid, pese a sus esfuerzos, no encontraba la posición sobre la derecha, hueco que aprovechaba Colombia, y con el ingreso de un jugador mucho más habituado a esa posición compensó ese desequilibrio. Más tarde, en la conferencia de prensa, reconoció su error: "Me equivoqué con Gago; él no siente ese lugar, no se acostumbró. La culpa es mía. Lo solucionamos con Zanetti". Sin dudas, desarticular el doble 5 compuesto por Gago y Javier Mascherano, que hasta aquí había dado excelentes resultados siendo el núcleo del equipo, fue un error del DT, que no ocultó su desilusión por lo hecho en el 1 a 0 ante los colombianos.

Maradona está comprometido con su tarea al frente de la selección, pero a su ascendiente entre los jugadores y su experiencia por haber sido quien mejor jugó jamás al fútbol deberá agregarle una estructura de trabajo que contemple los escollos con los que indefectiblemente tiene que lidiar un seleccionador nacional. Esa falta de ruedo de Diego en su rol de entrenador seguramente implica dificultades al momento de lograr un aprovechamiento integral del trabajo de campo, de las prácticas que se puedan realizar. Ahí es donde deberá aprovechar el camino recorrido por Carlos Salvador Bilardo y dejar de lado la necesidad de demostrar que es él quien manda y quien decide la táctica a emplear y los jugadores para desempeñarla.

Diego se embarra sin necesidad cuando elije la peor figura para referirse a cómo nota el semblante de Batista, cuando no aclara los motivos de la proscripción de Gonzalo Higuaín y cuando no utiliza como sparrings a los chicos de los seleccionados juveniles y lo hace con equipos de Tristán Suárez sólo por su amistad con el presidente de dicho club, Gastón Granados. Con esas conductas atenta contra su propio trabajo y alimenta a los que lo cuestionan.

Argentina cuenta con muy buenos jugadores y un técnico que sabe mucho del juego y tiene con ellos una llegada como ningún otro. Si Maradona retoma su tranquilidad inicial, evita los enfrentamientos inencesarios y se detiene en las virtudes de los primeros partidos y los defectos de los últimos para recrear un esquema de trabajo en el cual no queden cabos sueltos, entonces la Selección dará pasos firmes para llegar el año próximo al Mundial con aspiraciones sustentables.
(Foto: Telam.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com

jueves, 4 de junio de 2009

La peor defensa

En medio de la tormenta que genera el muy cuestionable arbitraje argentino, Lanús se encontró en el centro de la escena señalado como uno de los equipos recurrentemente más beneficiados por los fallos colegiados. La teoría se apoya en los apañamientos que generarían la muy estrecha relación de Alejandro Marón, presidente del Granate, con Julio Grondona, mandamás del fútbol argentino, y el hecho de que Jorge Romo, quien alguna vez fuera un dirigente de segunda línea en el club de sur del Gran Buenos Aires, sea el titular del Colegio de Árbitros (cargo que ocupa hace casi dos décadas) y un verdadero monje negro del referato argentino.

Instalado este tema en gran parte de la prensa y el público futbolero, Marón y Nicolás Russo, histórico dirigente de Lanús, actualmente a cargo de la vicepresidencia y hombre tosco habituado a las malas formas, salieron a despegar al club que conducen de este supuesto favoritismo. Pero eligieron el peor modo de hacerlo: defender el sistema arbitral argentino. Ambos dirigentes aseguraron que el nivel del referato es destacable, que las designaciones no implican ningún manejo escabroso y no esbozaron ninguna crítica a las esferas ejecutivas de la actividad. Esa ponderación de uno de los sectores de nuestro fútbol que más indicios ofrece para dudar de su honorabilidad lejos de despejar los rumores les da más fuerza, porque es llamativa la defensa de algo tan visiblemente podrido.

Lanús es una institución modelo, un club que desde una responsabilidad dirigencial ejemplar logró un crecimiento impresionante en los últimos 15 años , tanto a nivel del fútbol profesional como deportivo y social. Es el mejor equipo argentino desde el juego y desde los números: acumula 71 puntos en la tabla general de la temporada, por lo que ya hubiese sido campeón a falta de tres fechas si se tratase de un torneo lago. Es, además, junto con Estudiantes, el conjunto con la identidad más definida desde una consecuencia que lleva al menos tres temporadas. Tiene una de las mejores divisiones inferiores del país, una gran cantidad de deportistas amateurs y socios que disfrutan una magnífica infraestructura habituada a inaugurar incesatemente nuevas obras que acrecientan el patrimonio granate.

Todo esto fue señalado por Marón y Russo, y es muy importante que lo digan ya que por no tratarse de uno de los clubes tradicionalmente grandes todo esto es muchas veces omitido. Pero se expusieron a quedar pegados respecto de lo que buscaron desligarse al pretender presentar como transparente y correcto al oscuro y moralmente dudoso sistema arbitral argentino.
(Foto: Lanacion.com.ar y Elblogfutbolero.blogspot.com)

Patricio Insua
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lunes, 1 de junio de 2009

Impresentable

Pese a que se trata de un pésimo árbitro, Gustavo Bassi ha sido designado sistemáticamente en el último año para dirigir cada fin de semana alguno de los encuentros más relevantes de los torneos argentinos. Esta circunstancia hace, como no puede ser de otro modo, que cada lunes los distintos análisis periodísticos guarden un espacio para las críticas a sus polémicas -cuando no malas- actuaciones.

Este último fin de semana, el colegiado de la Asociación Argentina de Árbitros volvió a ser cuestionado por un penal otorgado a favor de Lanús en la victoria 2 a 1 del puntero del Clausura ante San Lorenzo. Sin embargo, la determinación de Bassi fue correcta, ya que Gastón Aguirre retuvo a Emir Faccioli impidiéndole ir en busca de la pelota en un corner. La sanción del penal era lo que correspondía. Ocurre que cuando la Justicia no es parcial deja de ser tal. Agarrones dentro del área como ese se producen no menos de nueve o diez veces por partido, entonces Bassi queda muy expuesto al cobrar sólo uno, antojadizamente, y hacer la vista gorda en la mayoría de los casos. Genera muchas dudas el hecho de que haya cobrado una falta que omite siempre.

Tras el partido, Aguirre dijo que el árbitro les había dicho a tres jugadores distintos del Ciclón que eran los responsables de la falta que derivó en la sanción del penal y Jonathan Bottinelli aseguró que tras el empate parcial de su equipo Bassi le espetó que habría otro gol de Lanús. Tras negar ambas acusaciones cuando se retiraba del estadio granate, tuvo la más patética conducta en la que puede caer un réferi al criticar con ironías el desempeño de los futbolistas. Las controversias por su actuación en Lanús - San Lorenzo derivaron en una marcada exposición en los medios que continuó hasta finalizada la fecha con los últimos partidos del domingo y es llamativo que en ninguna de las entrevistas realizadas le hayan preguntado cómo hace para dirigir desde hace un año sin dar la prueba física, condición sine qua non para que los árbitros estén a disposición para ser designados en cada nueva fecha.

En todos los rubros y profesiones hay personas que se desempeñan al margen de la ética y la corrección por intereses espurios y mezquindades personales. La corrupción esa una práctica que encuentra sus soldados en cada ámbito . El arbitraje argentino está muy lejos de constituirse en una excepción, principalmente a partir de ser un elemento clave del multimillonario y escabroso negocio del fútbol. Si alguna vez la tuvo, la credibilidad de Gustavo Bassi está hace rato hondamente enterrada.
(Foto: Lanacion.com.ar)

Patricio Insua
patinsua@gmail.com